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Hace siete días la policía de Grecia realizaba una operación anti droga en la que detenía a 17 personas -11 griegos y 6 albaneses- pertenecientes a una banda de narcotraficantes, según ha informado el ministro de Justicia de Albania, Ylli Manjani. Entre esos nombres se encuentra el empresario albanés y director del Servicio de Transportes de la Región de Saranda -parte del Ministerio de Transportes del país- y presunto líder de la banda, Klemend Balilim.

Según la página web BalkanInsight.com, Balili es sospechoso de la financiación del anillo marítimo utilizado para el tráfico de drogas existente desde Saranda hasta Grecia y que serviría para la exportación a otros países occidentales.

La policía griega ha confiscado 687 kilos de marihuana encontrados en un islote en el norte de Grecia.

Desde que las noticias saltaron en los medios de información, en Grecia, la oposición albanesa liderada por el Partido Demócrata ha puesto de manifiesto las conexiones políticas de Balili y ha acusado al ministro del Interior, Sajmir Tahiri, de proteger al supuesto capo de la droga.

Mientras Balili se ha defendido alegando que se trata de “motivaciones políticas”, la CNN griega ha informado de una reunión entre la policía griega y albanesa en la cual un oficial albanés confesaba ante sus homólogos griegos que eran incapaces de llevar el arresto de Balili debido a su “alto nivel de protección política”.

Desde hace una semana existe una orden de arresto contra Balili, su hijo y otro hombre por “crímenes cometidos en un país vecino”.  Desde luego, las relaciones entre poder político y tráfico de drogas no son una novedad en Albania…ni en la vida de Balili.

Tal y como escribía hace más de un año sobre el narcotráfico y el poder político en Montenegro, también existe esa relación entre Balili y la política albanesa. Por ejemplo, su sobrino Rigels Balili es el alcalde de una pequeña ciudad –Delvina– cerca de Saranda, el centro de las operaciones del presunto tráfico de drogas que supuestamente financia Balili.

Además, en 2015 el portal de noticias albanés Ora News reportó que el portavoz del Parlamento, Ilir Meta, el ministro de Finanzas, Arben Ahmetaj, y Koco Kokëdhima -un importante nombre en la caída del régimen comunista y empresario reconocido- habían inaugurado un hotel de la familia Balili en Saranda. El propio Kokëdhima declaró en 2015 que sus compatriotas podrían ganar miles de millones si pudieran vender “su marihuana de alta calidad”. ¿Su razón? Iniciar una campaña con la que pedir el cultivo legal en el país.

El cannabis es ilegal en todas formas en todo el territorio albanés.

En septiembre de 2011, Wikileaks reveló los nombres de seis diputados albaneses relacionados con el narcotráfico. Entre ellos estaban Sokol Olldashi, ex ministro de Transportes y fallecido en 2013 en un accidente de tráfico del que se sospecha fuera en realidad un homicidio, el entonces alcalde de Tirana o el líder de la oposición socialista, Gramoz Ruci.

Y es que desde hace años, Albania se ha convertido en uno de los países referente en cuanto a producción de marihuana. Por ejemplo, la ciudad de Lazarat -a menos de 60 kilómetros de Saranda- emplea al 90% de su población en el comercio de cannabis. Según la policía financiera italiana se estima que en Albania se producen 900 toneladas de marihuana al año con un valor de 4’5 millones de dólares.

Insisto: el cannabis es ilegal en todas formas en todo el territorio albanés.

Desde hace tres años, Albania y Estados Unidos mantienen un acuerdo para la exportación de cannabis desde los Balcanes hasta Norte América.

Y ante esto, combatirlo no es sencillo. Por ejemplo, en 2007, la policía mató a un presunto narco y poco después la comisaría fue incendiada. En 2014 tuvo lugar una gran operación durante cinco días y que sirvió para 13 toneladas de marihuana en Lazarat tras la movilización de 800 policías.