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La oposición de Macedonia no quiere nuevas elecciones. Ese es el mensaje que los principales partidos opositores a Nikola Gruevski han trasladado hoy. Un mensaje común en el SDSM, la segunda fuerza más votada del país en los pasados comicios, pero también obviamente en los partidos albaneses.

Resultaría muy sorprendente que tanto el grupo político de Zoran Zaev como los diversos partidos albaneses renunciaran al poder que, más o menos, tendrán en unas semanas, por unas nuevas elecciones.

“No va a suceder. Estamos trabajando en la transferencia pacífica del poder y esperamos que el Presidente se retracte de su decisión inconstitucional”, ha declarado el portavoz del SDSM, Petre Shilegov.

La idea de Gruevski era plantear estas nuevas elecciones en el próximo mes de mayo, coincidiendo con los comicios locales en el país. El ex Primer Ministro pretende que esas hipotéticas futuras elecciones sean un “referéndum a favor o en contra” de la llamada “plataforma de partidos albaneses” que previsiblemente entrará en el gobierno junto a Zaev.

Esta plataforma de partidos albaneses tuvo reuniones previas a la celebración de las elecciones con el Primer Ministro de Albania, Edi Rama, y con su ministro de Exteriores, Ditmir Bushati. Entre sus peticiones principales destaca la de extender el uso oficial del albanés en toda Macedonia.

Hasta ahora, y en base a los Acuerdos de Ohrid firmados en 2001, el albanés es lengua co-oficial en aquellos territorios donde al menos el 20% de la población lo tiene como lengua materna.

Gruevski venció en las elecciones celebradas a finales de 2016, logrando 51 escaños. Sin embargo, para formar gobierno necesita, al menos, otros 12 diputados hasta sumar la mayoría absoluta de 61 que se marca en Macedonia. Su gran rival, Zaev, consiguió únicamente dos representantes menos pero parece que a pesar de ello podrá ser el siguiente Primer Ministro.