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115 días después de la celebración de las últimas elecciones en Macedonia, el país continúa sin gobierno. Una situación que pudo haber cambiado hace más de un mes si el Presidente Gjorge Ivanov hubiera aceptado la proposición del socialdemócrata, y segunda fuerza en los comicios de diciembre, Zoran Zaev para formarlo.

Ivanov rechazó que Zaev y el SDSM formaran gobierno junto a varios partidos políticos albaneses que serviría a los socialdemócratas para acceder al poder. Una decisión la de Ivanov aplaudida en la sombra por Nikola Gruevski -PM del país desde 2006- el hombre más votado en diciembre, pero cuya fuerza no es suficiente para lograr una mayoría absoluta que le otorgue el poder.

Las manifestaciones por todo el país han durado semanas ante una situación que no arranca. Para Ivanov y Gruevski la única opción es que Zaev apoye a su rival más directo, algo que el socialdemócrata ha negado siempre que fuera a hacer. Zaev ya tiene quien le apoye y no busca ni le interesa un acuerdo con Gruevski.

Ante esto, tanto la Unión Europea como los Estados Unidos y el Consejo Europeo se han acercado a Ivanov para intentar modificar el actual estatus del gobierno macedonio. Primero, Ivanov pasó literalmente de Federica Mogherini, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Ayer, Ivanov se reunió con Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, pero la situación continua como hasta ahora. De ahí que, los expertos en la materia auguren un próximo movimiento más radical por parte de los mediadores.

“Es probable que recurran a otros medios. Por un lado, el aislamiento político y por otro, sanciones”, ha declarado Malinka Ristevska, jefa de la ONG Centro de Cooperación Europea.

Pero además de estos dos graves aspectos, Macedonia se enfrenta a otros de igual relevancia como la prohibición de viajar a EEUU, la incautación de propiedades de Ivanov y Gruevski, e investigaciones internacionales sobre el uso del dinero procedente de la UE o implicación en crimen internacional.

“Usted tiene que encontrar una solución basada en los principios democráticos, la decencia y el sentido común. Cuando lo encuentre puede contar con nuestro apoyo”, señaló Tusk en una rueda de prensa conjunta con Ivanov.

Tusk también destacó que si la situación actual se mantiene, Macedonia corre el riesgo de “perder todos los beneficios del Acuerdo de Estabilización y Asociación de la UE, el estado de candidato a la UE, la liberalización de visados o la recomendación para el inicio de su adhesión a la UE”.